La ciencia es clara: queda entendido que enfrentamos una emergencia global sin precedente. Se trata de una situación de vida o muerte causada por nosotros mismos. Debemos actuar ahora.
“Estamos en una emergencia de escala planetaria” Prof. James Hansen, ex director del Instituto Goddard de NASA para los Estudios del Espacio
“El cambio climático es una emergencia médica y, por tanto, demanda una respuesta con el carácter de urgencia…” Prof. Hugh Montgomery, director del Instituto de University College London para la Salud y Desempeño Humana, comisión Lancet copresidente
“Este es una emergencia y para situaciones de emergencia necesitamos acción de emergencia.” – Ban Ki-Moon, ex secretario general del ONU
“Actividad humana está causando daños irreparables a la vida en este mundo. Un evento de extinción masiva ya está en marcha. Muchas formas de vida que hoy conocemos podrían ser aniquiladas o por lo menos destinadas a la extinción antes de que termine este siglo.
El aire que respiramos, el agua que tomamos, la tierra que cultivamos, la comida que comemos, y la belleza y diversidad de la naturaleza que nutre nuestro bienestar psicológico, todos están siendo corrompidos y puestos en peligro por sistemas políticos y económicos que promueven y apoyan los estilos de vida modernos y consumistas que la mayoría vivimos hoy en día.
Debemos actuar mientras todavía podamos. Lo que observamos ahora no se compara con lo que podría venir. Si la emergencia climática y ecológica no se soluciona a tiempo, esto causará en la sociedad global humana efectos que estarían fuera de nuestras manos.
- Subida del nivel del mar
- Desertificación
- Incendios Forestales
- Escasez de agua
- Pérdidas de las cosechas
- Climas extremos
- Millones de desplazados
- Enfermedades
- Mayor riesgo de guerras y conflictos
Pero nuestros líderes están fallando en su deber por actuar en nuestro nombre. Los sistemas de gobierno que actualmente usamos están comprometidos debido a que se basan en las ganancias y el crecimiento económico. Los políticos actúan bajo la influencia de lobbies corporativos poderosos y los medios están manipulados por intereses de anunciantes comerciales, lo cual debilita nuestros valores democráticos.
Ya se acabó el tiempo para reaccionar gradualmente.
Debemos empezar a reducir de inmediato y de forma radical las emisiones e incrementar la absorción del carbón, bajandolo y encerrandolo otra vez en la tierra. Debemos también parar a las industrias que están devastando los hábitats marinos y terrenales en reconocimiento que la biodiversidad es esencial para que toda vida pueda continuar.
Solo una movilización del mundo entero a una escala de la lI Guerra Mundial nos dará una posibilidad de evitar el peor de los casos, y restaurar un clima seguro.
La tarea que enfrentamos es abrumadora, pero grandes cambios han pasado antes.
Vamos a crear un mundo mejor.
ADVERTENCIAS
Nos han advertido una y otra vez… y otra vez
1992
En 1992 la Unión de Científicos Preocupados (UCS, por sus siglas en inglés) que incluye la mayoría de los laureados Nobel vivos, escribieron la “Advertencia a la Humanidad de los Científicos del Mundo” la cual llama a la comunidad internacional a limitar la destrucción medioambiental advirtiendo que “se requiere un gran cambio en cómo nos encargamos del cuidado de nuestro planeta tierra y la vida que lo habita, para evitar la miseria humana vasta.” Mostraron que los humanos estamos en un trayectoria de colisión con el mundo natural. Proclamaron que se necesita urgentemente cambios fundamentales para evitar las consecuencias que nuestro rumbo actual traerá.
Los autores de la declaración de 1992 temieron que la humanidad estaba empujando los límites de los ecosistemas más allá de sus capacidades para mantener el tejido de la vida. Describieron que nos estamos aproximando rápidamente a muchos de los límites de los que la biosfera puede tolerar sin sufrir daños considerables e irreversibles. Imploraron cortar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y eliminar gradualmente el uso de los combustibles fósiles, reducir la deforestación y revertir la tendencia hacia el colapso de la biodiversidad.
2017
En el 2017, a la humanidad nos dieron un segundo aviso. Más de 15,000 personas firmaron una carta nueva y aún más urgente que advirtió “Para prevenir la miseria extendida y la pérdida de biodiversidad catastrófica, la humanidad debe practicar una alternativa más ecológicamente sostenible que la actual. Este prescripción fue expresada con claridad por los científicos más prominentes del mundo hace 25 años, pero en prácticamente todos los aspectos, no hemos hecho caso a su advertencia. Pronto será demasiado tarde para salir de esta trayectoria errada, y se nos está acabando el tiempo. Debemos reconocer en nuestras vidas cotidianas y en nuestras instituciones gubernamentales, que la tierra con toda la vida que contiene es nuestro único hogar.”
2018
Al final del 2018, el secretario general nos advirtió:
-
La humanidad y todos los seres en la tierra ahora nos enfrentamos con ‘una amenaza existencial directa’
-
El mundo debe actuar de forma veloz y robusta para mantener el nivel de calentamiento global bajo 1.5°C e intentar evitar impactos catastróficos para la vida en el planeta tierra.
Este es nuestro aviso final – debemos actuar ahora.
El Aire
GASES DE EFECTO INVERNADERO
Aún seguimos aumentando emisiones!
“Más de la mitad de todas las emisiones industriales de dióxido de carbono desde el principio de la revolución industrial habrán sido emitidos desde 1988” – Dr. Peter C. Frumhoff, director de Ciencia y Política en la Unión de Científicos Preocupados
Las concentraciones del dióxido de carbono están a un nivel récord de 411 partes por millón (ppm) (un incremento de más de 45% comparado con niveles pre-industriales). Las concentraciones están ahora en el nivel más alto que han estado durante los últimos 3 millones de años, es decir desde antes de que el humano moderno llegase a evolucionar en este planeta.
Para estabilizar las temperaturas, las emisiones netas necesitan llegar a cero! Cuanto más tiempo nos demoremos, más difícil será. Desafortunadamente, debido a años de demora e inacción hemos llegado a una crisis en la cual solo lograremos nuestros objetivos si tomamos acción de emergencia!
http://folk.uio.no/roberan/GCB2018.shtml
Nuestra casa está en llamas
Las actividades humanas han causado que la temperatura superficial promedio del planeta suba alrededor de 1.1°C desde finales del siglo XIX. La mayoría del calentamiento ocurrió durante los últimos 35 años.
https://public.wmo.int/en/files/gmtprepng
A escala global, los últimos cuatro años han sido los más calientes registrados, y los 20 más calurosos han ocurrido durante los últimos 22 años.
Mientras las temperaturas globales suben, observamos un aumento en fenómenos climáticos extremos tales como las olas de calor y sequía. Por ejemplo, cuando científicos de la Oficina Meteorológica del Reino Unido examinaron la ola de calor extrema que impactó a europa durante el verano del 2003 (que ahora se sabe causó la muerte de 70,000 personas) concluyeron que “es muy probable… que la influencia de los humanos ha por lo menos duplicado el riesgo de que una ola de calor exceda la magnitud de este umbral.” Si seguimos quemando combustibles fósiles, similares olas de calor se convertirán en un verano normal para europa antes del 2040, y casi todos los veranos serán aún más calurosos para antes del 2060! Como este gráfica demuestra:
Alrededor del mundo, se calcula que temperaturas extremas récord se vuelven mucho más probables debido al calentamiento inducido por el ser humano (por ejemplo 2010 Syria; 2013 Korea; 2014 California; 2018 UK).
Un estudio del 2018 muestra como las olas de calor mortales podrían limitar la habitabilidad de una de las regiones más pobladas del mundo. Concluye que la quema continuada de combustibles fósiles traería temporadas extremas de calor que exceden “el umbral de temperatura que los granjeros chinos podrían tolerar mientras trabajan al aire libre.”
Colapso climático durante tu vida…
https://climate-life-events.herokuapp.com/
Contaminación del Aire
Todas las formas de contaminación fueron responsables en 2015 de aproximadamente 9 millones de muertes prematuras – 16% de todas las muertes mundiales. Así pues, la contaminación es la causa ambiental más grande de enfermedades y muertes prematuras.
La gran mayoría de estas muertes se deben a la exposición a la contaminación del aire, principalmente de micropartículas que pueden penetrar profundamente en los pulmones (conocidas como PM2.5). Los niños pequeños, los que tienen afecciones médicas preexistentes como el asma y personas mayores están particularmente vulnerables. En total, nueve de cada diez personas ahora respiran aire contaminado, sobre todo en países de ingresos bajos a medios.
La contaminación de carros e industrias no son los únicos causantes de esta crisis de salud pública, la calidad de aire en locales cerrados también es mortal. En la mitad del mundo, esto se debe a la falta de acceso a combustibles limpios o electricidad, y por lo tanto tienen que depender de estufas de combustible sólido ineficientes y lámparas de queroseno. A nivel mundial, 9/10 personas ahora respiran aire contaminado que mata a 7 millones de personas cada año. (Contaminación atmosférica ambiental: 4.2 millones de muertes; contaminación en espacios cerrados: 2.8 millones de muertes)
La Naturaleza: La Biosfera
Extinctión masiva
El reportaje de la Plataforma Intergubernamental sobre la Diversidad Biológica y Servicios Ecosistémicos (IPBES) producido en 2019 muestra que la crisis de la biodiversidad está a la par de la amenaza más grande que supone el cambio climático. Somos parte de la naturaleza y dependemos de ella para mantenernos vivos.
Una “[aniquilación biológica] (https://www.pnas.org/content/114/30/E6089)” de flora y fauna durante décadas recientes significa que la sexta extinción masiva está en curso.
Según el reportaje estado de la naturaleza de 2016, el Reino Unido quedó “entre los países con mayor dilapidación de la naturaleza mundialmente“. Uno de cada cinco mamíferos británicos están en riesgo de desaparecer del campo, mientras las poblaciones de erizos y topillos acuáticos mostraron una disminución de casi el 70% durante los últimos 20 años. Otro reportaje nuevo del British Trust for Ornithology halló que más de un cuarto de las especies de pájaros británicos están en peligro, incluyendo el frailecillo, el ruiseñor y el zarapito. A través de Europa la abundancia de aves camperas se ha reducido un 55% tan solo en las últimas tres décadas!
A nivel mundial, las especies se están extinguiendo hasta 1,000 veces más rápido que la tasa normal típica de la historia del planeta tierra. Las causas directas de la pérdida de biodiversidad son los cambios de hábitat, la sobreexplotación, la introducción de especies invasivas, la carga de nutrientes y los cambios climáticos.
El último índice del planeta vivo muestra una disminución promedio de 60% en el volumen de la población de miles de especies vertebradas de alrededor del mundo entre 1970 y 2014.
Más de un cuarto de especies investigadas por la IUCN (cerca de 100,000) se ven en riesgo de extinción. Es decir 40% de todos los anfibios, 25% de todos los mamíferos, 34% de las coníferas, 14% de los pájaros, 33% de los arrecifes coralíferos y 31% de los tiburones y rayas.
Los arrecifes de coral están sufriendo muertes masivas provocadas por estrés térmico. Cada día estos eventos se vuelven mucho más comunes, con mortandades continuadas de la Gran Barrera de Coral durante 2016 y 2017. Se proyecta que con solo 2oC de calentamiento por encima de las temperaturas preindustriales, olas de calor ocurrirían anualmente y los arrecifes de coral se extinguirían.
“Dentro de los próximos 20 años, cada verano hará demasiado calor para los corales: desaparecerán como miembros dominantes de sistemas tropicales arrecifales antes de 2040-2050. Es difícil argumentar de otra manera.”– prof. Ove Hoegh-Guldberg dirige el Instituto Internacional para el Cambio Mundial de la Universidad de Queensland.
Muerte de Insectos
La reducción catastrófica de las poblaciones de los insectos tendrá consecuencias profundas para las cadenas ecológicas de comida y polinización de cultivos.
Existen indicios sólidos los cuales señalan que muchas de las poblaciones de insectos se encuentran gravemente amenazados y se están disminuyendo en muchas partes del mundo. Las múltiples presiones incluyen pérdida de hábitat, contaminantes agroquímicos, especies invasivas y cambios climáticos.
Un estudio alemán de seguimiento de la población que duró 27 años, reveló una drástica reducción de 76% en biomasa de insectos voladores.
Un nuevo estudio hecho por científicos holandeses encontró que la población de mariposas ha caído más de un 80% durante los últimos 130 años. Los autores concluyeron que “la agricultura industrial simplemente no está dejando espacio para la naturaleza.”
“Debe ser algo que nos preocupe a todos, ya que los insectos están al centro de cada red alimentaria, polinizan la gran mayoría de las especies de plantas, mantienen el suelo sano, reciclan nutrientes, controlan plagas, y mucho más. Así los ames o los odies, los humanos no podemos sobrevivir sin los insectos.” – prof. Dave Goulson, la Universidad de Sussex
Comida
Uno de las revistas médicas más importantes del mundo, The Lancet, llevó a cabo una revisión a profundidad, la cual concluyó que el cambio climático representaba “la mayor amenaza a la salud del siglo 21” debido tanto a los impactos directos de fenómenos meteorológicos extremos, como a las perturbaciones indirectas a los sistemas sociales y ecológicos que nos sostienen.
Inseguridad alimentaria
Fenómenos de agua extremos más frecuentes, incluyendo sequías e inundaciones, generan impactos graves en la producción agrícola. Las temperaturas elevadas se traducen en incrementos de la demanda de agua en los sectores agrarios.
“Ya hemos observado los impactos del cambio climático en la agricultura. Hemos calculado los niveles máximos de posible adaptación humana a los cambios climáticos. Aún a 2ºC existen muchos fenómenos a los cuales no seríamos capaces de adaptarnos. A 4ºC los impactos ya son muy elevados y no podemos adaptarnos a ellos” – dr. Rachel Warren, La Universidad de East Anglia
El número de desastres climáticos extremos (ej. olas de calor, sequías, inundaciones y tormentas) se ha duplicado desde los principios de los años 90, con un promedio de 213 de estos eventos ocurriendo cada año durante el periodo de 1990-2016. Estos eventos perjudican a la productividad agrícola, creando deficiencias en la disponibilidad de los alimentos, mientras efectos secundarios ocasionan subidas de precios de estos y una disminución de ingresos, la cual amenaza la seguridad alimentaria de las personas.
Comunidades en 51 países y territorios se enfrentan con graves problemas de inseguridad alimentaria o peor, para los cuales se requiere una acción de emergencia inmediata.
- 2015: 80 millones de personas
- 2016: 108 millones de personas
- 2017: 124 millones de personas
El riesgo de que varias de las principales regiones productoras de alimentos sean impactadas simultáneamente por climas extremos podría triplicarse antes del 2040 (Lo que actualmente pasa una vez cada cien años, pasaría una vez cada treinta años).
Un estudio reciente investigó el impacto del cambio climático en la producción alimentaria en el caso de los cuatro principales países exportadores de maíz, que hoy en día representan más del 85% de todas las exportaciones de maíz mundialmente. Se observó que “la probabilidad de que en cualquier año se vea una pérdida simultánea de cultivos de más del 10% sería prácticamente nula en la actualidad. Sin embargo, con 2°C de calentamiento esta probabilidad sube a 7%, y con 4°C de calentamiento sube a 86%.”
Agua
Sequía y Escasez
La extracción del agua se multiplicó casi 2 veces más rápido que la tasa de crecimiento de la población durante el siglo 20.
El ciclo hídrico global se está intensificando debido al colapso climático; las regiones húmedas están volviéndose más húmedas y las regiones secas se están volviendo aún más secas. Un informe de la ONU de 2018 destaca que aproximadamente 3.6 mil millones de personas (casi la mitad de la población mundial) actualmente viven en zonas donde existe el riesgo de escasez de agua durante por lo menos un mes por año. Los afectados podrían llegar a 4.8 – 5.7 mil millones de personas antes de 2050.
La subida de las temperaturas derretirá por lo menos un tercio de los glaciares del Himalaya antes del final del siglo incluso si limitamos el alza de temperatura a 1.5°C. El derretimiento de glaciares tanto en los Andes como en Himalaya amenaza las existencias de agua para cientos de millones de personas que viven río abajo.
Una grave sequía en la Ciudad del Cabo en 2018 llevó a imponer restricciones rigurosas del uso del agua. La ciudad estuvo a solo 2 días de necesitar cortar el suministro de agua – lo que se denomina ‘Día Cero’. Científicos expertos en el clima han calculado que el cambio climático ya elevó la probabilidad de que pase una sequía de esta magnitud de 1 vez cada 300 años a 1 vez cada 100 años. Un calentamiento de 2°C causaría una sequía de esta severidad aproximadamente una vez cada 33 años.
Los Mares en alza
El nivel del mar se ha estado subiendo durante las últimas décadas. Este aumento es causado principalmente por dos factores relacionados con el calentamiento global: el deshielo de los glaciares y hielos que añade agua al mar, además de la expansión del agua que ocurre cuando esta se calienta. La subida del nivel del mar causará la inundación de tierras bajas, islas y ciudades costeras en todo el mundo.
Mientras que el nivel del mar aumenta a lo largo de los próximos 15 a 30 años, se espera que inundaciones por mareas ocurran con mucha mayor frecuencia, provocando consecuencias severas a las comunidades costeras, incluso volviendo inhabitables algunas zonas, e inútiles para la agricultura – y todo esto dentro del plazo de una típica hipoteca.
2°C de calentamiento podría causar inundaciones a zonas actualmente ocupadas por 130 millones de personas, mientras un aumento de 4°C podría subir el nivel del mar tanto que sumergiría tierras donde actualmente residen de 470 a 760 millones de personas a nivel mundial.
Las láminas de hielo, tanto en la Antártida como en Groenlandia, han estado perdiendo su masa desde el 2002. En ambos casos, el ritmo de pérdida de hielo se ha acelerado desde el 2009. La Antártida está perdiendo seis veces más masa de hielo anualmente que hace 40 años.
En 2014 un equipo de la NASA encontró que parte de la capa de hielo de la Antártida occidental ya había empezado lo que describen como un colapso “imparable”, garantizando por lo menos un metro de aumento en el nivel del mar. Si continuamos calentando la tierra se podría desencadenar un colapso de aún más sectores de capas de hielo.
“El nivel del mar está subiendo mucho más rápido y el hielo del Océano Ártico se está disminuyendo a mayor velocidad de lo que antes preveíamos. Desafortunadamente, los datos ahora indican que en el pasado hemos subestimado la crisis climática.” - Stefan Rahmstorf, profesor de Física de los Océanos
Acidificación oceánica
Los océanos ya son 30% más ácidos que antes; cuando el dióxido de carbono de la quema de combustibles fósiles se llega a disolver, termina alterando la química del agua del mar. Si seguimos en nuestra trayectoria actual, en 2100 el pH del océano tendrá un aumento de la acidez de 150%! Esto afectará la vida marina desde los mariscos hasta comunidades enteras de arrecifes corales a causa de la disminución de minerales necesarios para la formación de sus conchas. Las condiciones oceánicas serán distintas a todos los ecosistemas que han existido durante los últimos 14 millones de años.
Hoy en día, la acidificación del océano está avanzando aproximadamente diez veces más rápido que en cualquier otro momento de los últimos 300 millones de años, la cual pone en peligro la capacidad de los sistemas oceánicos para adaptarse.
Hielo Marino
La capa ártica de hielo se está disminuyendo a una velocidad de 12.8% por década.
Se prevé que hacia mediados de este siglo, la capa del hielo del Ártico desaparecerá casi por completo durante el verano.
“Corremos el riesgo de perder la cubierta helada de verano incluso antes del 2030. De por sí, esto es mucho más temprano de lo que las proyecciones de casi todas las simulaciones climáticas han mostrado.” – prof. Mark Serreze, director del Centro Nacional de Datos de Nieve y Hielo
Los científicos están investigando conexiones entre los enormes cambios que hemos visto en la región del Ártico y cambios en las corrientes de chorro que causan fenómenos meteorológicos extremos en latitudes bajas cada vez más dramáticos.
Contaminación del agua
Hoy en día, el químico que más contamina los acuíferos de aguas subterráneas es el nitrato que se usa en la agricultura. Estos contaminantes también pueden afectar ecosistemas enteros; Un ejemplo de ello es la eutrofización causada por la acumulación de nutrientes en lagunas y aguas costeras, la cual tiene un impacto sobre la biodiversidad y las pesquerías. El tamaño de zonas muertas del océano con cero oxígeno se ha cuadruplicado desde 1950, sofocando los organismos que viven en esas áreas.
Tierra
Estamos perdiendo nuestro suelo
Más del 95% de nuestros alimentos vienen del suelo. En condiciones agrícolas normales, se tarda aproximadamente 500 años para formar una capa de suelo superficial de 2.5cm. La erosión y degradación del suelo se ha acelerado dramáticamente por causa de actividades humanas tales como la deforestación para agricultura, el pastoreo excesivo y el uso de productos agroquímicos.
Hemos perdido 50% de la capa superficial de suelo durante los últimos 150 años, provocando un incremento en la contaminación, las inundaciones y la desertificación. La desertificación en sí afecta actualmente más de 2.7 billones de personas.
Se proyecta que antes del 2050, la combinación de la degradación del suelo y el cambio climático reducirá el rendimiento de los cultivos en un 10% mundialmente y hasta un 50% en ciertas regiones. Actualmente las lombrices no pueden compensar las pérdidas del suelo superficial ya que este está siendo agotado hasta un 80% o más en los campos de agroquímica intensa. Varias especies de lombrices se han extinguido y muchos otros van por este camino.
Las prácticas agrícolas actuales han causado una acidificación de nuestras tierras; el pH ha bajado a nivel mundial un promedio de pH 0.26 durante 20 años. Mientras tanto, el riego basado en la extracción de aguas subterráneas está generando un aumento de la salinidad. Las proyecciones recientes advierten que el 50% de todas las tierras cultivables serán impactadas por la salinidad antes del 2050.
La Urgencia
Más rápido de lo esperado
Estudios publicados tienden a subestimar la severidad de las amenazas y la velocidad en la que podrían desenvolverse.
“El cambio climático se está acelerando más rápida y peligrosamente de lo que la mayoría de nosotros en la comunidad científica habíamos esperado, y de lo que el informe Cambio Climático 2007 del IPCC presentó.” – Sir John Haughton, ex copresidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), ex director general de la Oficina Meteorológica del Reino Unido – 2008.
“Todos los síntomas que podemos esperar del cambio climático global generado por gases del efecto invernadero no solamente están ocurriendo, sino que están ocurriendo más rápido que lo previsto.” – John Holdren, asesor Científico y Tecnológico de presidente Barack Obama, director del Centro de Investigación Woods Hole – 2010.
“Estamos observando incrementos en acontecimientos meteorológicos extremos que van mucho más allá de lo que se ha previsto o proyectado en el pasado. Estamos viendo que hay factores previamente desconocidos que pueden estar amplificando los impactos del cambio climático de origen humano… Cada vez más, la ciencia indica que muchos de los impactos están ocurriendo más temprano y con mayor amplitud de lo previsto.” – Michael Mann, Estatal de Pensilvania – 2017.
No tenemos 30 años para dar la vuelta a esto. Aquí se detalla porqué el 2050 NO ES la fecha límite que estamos pidiendo.
No hay garantías cuando se trata de algo tan complejo como predecir los efectos de cambios en el clima. Poner una fecha objetiva en el futuro distante es como intentar calcular exactamente en qué momento intervenir mientras observas un grupo de niños pequeños jugando cerca del borde de un precipicio. Cuando un desastre es una posibilidad inminente, no calculas cuánto tiempo puedes estar sin actuar, sino que haces todo lo posible para intervenir, empezando inmediatamente – lo que se llama el principio de cautela. Cuanto más esperemos para tomar acción profunda y extendida, mayor será el riesgo de desencadenar bucles de retroalimentación y comenzar el camino irreversible hacia una “tierra de invernáculo”.
Queda claro que nunca deberíamos haber permitido que la situación empeorara tanto. Es peor todavía cuando nos damos cuenta de que más de la mitad de las emisiones en toda la historia han ocurrido durante los últimos 25 años, mientras nuestros gobiernos han estado hablando de abordar el problema. A los gobiernos no se les puede permitir continuar evitando este tema fijando una fecha para la descarbonización en 2050. Debemos empezar a actuar ya. Un objetivo del 2025 nos obliga a hacerlo, mientras el de 2050 nos condena a un futuro sombrío.
Cuanto más rápido actuemos, mejor. Ya es demasiado tarde prevenir la destrucción masiva y pérdida de vida. Sequías, inundaciones, incendios forestales, tifones y ciclones inducidos por el colapso climático y hechos más frecuentes y graves debido a nuestra forma de vida, ahora mismo están matando a la gente y destruyendo a las comunidades.
La pregunta ahora es si podemos actuar a tiempo para limitar el daño – ojalá evitando el horror de los pronósticos más graves. La mayoría de la evidencia sugiere que todavía es posible. La fecha límite de 2050 ya sería demasiado tarde. Sería imperdonable, y muy probablemente una catástrofe total.
